¿Es necesario un sistema de identificación biométrica electoral?
La Cámara Nacional Electoral acudió al procedimiento por el “problema de la migración electoral transfronteriza”. Sin embargo, transcurridas dos pruebas, la CNE aún no ha consignado evidencias al respecto. ¿Es necesario implementar la identificación biométrica cuando su utilización por parte del Estado puede poner en riesgo derechos fundamentales?
El 22 de octubre, en el marco de las elecciones legislativas, la Cámara Nacional Electoral llevó a cabo la segunda instancia de la prueba piloto del sistema de identificación biométrica electoral.
La prueba fue presentada a comienzos de agosto, con el fin de implementarse en las PASO y en las elecciones generales. Este hecho motivó que ADC realizara un pedido de acceso a la información pública ante la CNE para conocer los resultados obtenidos a partir de la experiencia en las PASO. Luego de recibir la respuesta de la CNE, publicamos el análisis de la misma, junto con los interrogantes y preocupaciones que nos planteamos.
Allí señalamos que los datos biométricos representan algunas de las características más íntimas de las personas y su utilización por parte del Estado puede implicar un grave riesgo para la protección y seguridad de los datos de los ciudadanos.
Según surge de la presentación pública que llevó a cabo la CNE, la guía para las autoridades de mesa (disponible en su sitio web) y la Acordada Extraordinaria 50/17, las provincias seleccionadas para la prueba piloto fueron Chaco, Corrientes, Formosa, Jujuy, Misiones y Salta, ubicadas en la frontera norte de la Argentina. El razonamiento seguido para justificar la elección de estas provincias puede leerse en la Acordada, donde consta que se busca prevenir cualquier irregularidad o comportamiento anómalo en aquellos lugares donde “fuese susceptible de verificarse el desplazamiento de electores […] vinculado con la migración electoral transfronteriza”.
En las elecciones generales de octubre, la prueba piloto no solamente fue llevada a cabo en las provincias de la frontera norte, sino que fue extendida a 200 mesas de 17 escuelas del Gran Buenos Aires, (en Tigre, San Isidro, Vicente López, José. C. Paz, Malvinas Argentinas, Hurlingham, Tres de Febrero, Moreno, Merlo, Quilmes, Avellaneda, Lanús, Morón y Matanza). Estas localidades no constan en ninguno de los materiales ni documentos publicados por la CNE desde el anuncio de la prueba piloto. El único aviso parece surgir de un comunicado que envió la Cámara, de acuerdo a lo reportado por La Nación el mismo día de los comicios.
Las declaraciones públicas sobre el éxito que tuvo la prueba piloto por parte de representantes de la CNE y de Smartmatic –el fabricante de la tecnología biométrica utilizada en las pruebas–, se centraron en el funcionamiento de los equipos, la velocidad y facilidad del proceso y la aceptación de los ciudadanos al sistema biométrico en sí, pero nuestras inquietudes aún persisten, pues hasta el día de hoy no se brindó una respuesta clara sobre el problema de fondo que se pretende resolver con la introducción de esta tecnología: la migración electoral transfronteriza. Menos aún en el caso de las localidades del conurbano bonaerense.
El único caso de público conocimiento sobre migración electoral transfronteriza vinculado a la prueba piloto fue reportado a fines de octubre por una nota periodística, pocos días después de las elecciones generales. En la localidad salteña de Salvador Mazza, una mujer fue imputada por usurpación de identidad al intentar votar con un DNI falso.
En este caso, la verificación biométrica parece haber cumplido un papel secundario en la investigación de la Justicia, pues la identificación de la portadora del DNI falsificado podía corroborarse luego de contar con los documentos originales presentados por la titular luego de las PASO.
De la respuesta obtenida por ADC, a partir del pedido de informes a la CNE en agosto, no fue reportada ninguna situación de similares características. El caso aislado ocurrido en Salta pone en mayor tela de juicio la necesidad y proporcionalidad del sistema biométrico implementado, teniendo en cuenta que su costo informado ascendió a 25 millones de pesos.
Imágen de portada: Smartmatic