Google, la privacidad en Android no puede ser un lujo
El miércoles 8 de enero, más de 50 organizaciones de todo el mundo enviaron una carta al CEO de Google, Sundar Pichai, solicitando que mejore el control sobre los fabricantes de teléfonos con Android, con el fin de impedir la explotación de las personas usuarias.
Android es el principal jugador en el mercado de los sistemas operativos móviles. Sus raíces como un proyecto open-source, junto a la estrategia de Google para facilitar su adopción por los fabricantes de smartphones, resultaron en una completa expansión global.
Diversas marcas de teléfonos se han beneficiado utilizando a Android como base para montar sus propias aplicaciones y distinguirse de la competencia. En esta carrera, muchos fabricantes incluyen apps preinstaladas que los usuarios no pueden borrar (conocidas como bloatware), atentando contra su privacidad y seguridad.
Las aplicaciones que vienen preinstaladas con tu smartphone son configuradas por el fabricante con los permisos que desee, como puede ser acceder a la cámara, el micrófono o conocer tu geolocalización, sin pedir tu consentimiento en ningún momento.
Sundar Pichai, director ejecutivo de Google, afirma que la privacidad no debe ser un bien de lujo, sino que debe estar disponible para cualquier persona en el mundo. Eso es cierto: las personas no tienen por qué tener que gastar dinero en el último iPhone para tener mayor control sobre sus datos personales.
Es por eso que desde la ADC acompañamos la nueva campaña de Privacy International, pidiendo cambios sustanciales en la manera en que Google administra el uso de Android por los diversos fabricantes.
Los cambios que se necesitan con mayor urgencia son:
- Las personas deberían poder desinstalar permanentemente las aplicaciones de sus teléfonos. Esto debería incluir todos los servicios en segundo plano que siguen ejecutándose aunque las aplicaciones hayan sido desactivadas.
- Las aplicaciones preinstaladas deberían tener el mismo nivel de control que las aplicaciones de Play Store, en especial en cuanto a los permisos personalizados.
- Las aplicaciones preinstaladas deberían tener algún mecanismo que permita actualizarlas, preferiblemente a través de Play Store y sin necesidad de tener cuenta de usuario.
- Google debería negarse a certificar un dispositivo por razones de privacidad si los fabricantes o los proveedores han intentado explotar a los usuarios de este modo.
Foto de ilustración por Rami Al-zayat.