La ADC participó de la conferencia Future Affairs 2021
La Asociación por los Derechos Civiles (ADC) participó de la conferencia organizada por el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán “Future Affairs 2021” que, abordando el tema “Oportunidades y riesgos de las redes sociales para las democracias”, se llevó a cabo el 19 de octubre en formato virtual.
En un panel integrado por Paul Fehlinger (Internet & Jurisdiction Policy Network, Francia) y Amélie Heldt (Leibniz Institute for Media Research, Alemania), con moderación de Carolina Chimoy (Deustche Welle), el investigador de la ADC Eduardo Ferreyra expuso sobre las tendencias e iniciativas contra la desinformación y las redes sociales en América Latina.
Al respecto, el investigador señaló que, en Latinoamérica, la desinformación tiene lugar en medio de sociedades que están caracterizadas por una fuerte desigualdad económica y una intensa polarización política. Un panorama que, subrayó, debe ser tenido en cuenta para que la sociedad civil pueda tener un papel más relevante en las discusiones. “En ese sentido, desde la ADC hemos hecho revisión de políticas públicas, proveyendo recomendaciones para mejorar las prácticas de moderación de contenidos y, también, la formulación de una mejor regulación por parte del Estado”, destacó Ferreyra.
“Si vemos la tendencia acá, en la región, se percibe que la mayoría de las regulaciones tienen un abordaje punitivista, más dirigido a criminalizar a las personas que difunden noticias falsas”, señaló el investigador. Y luego agregó: “Desde la ADC consideramos que este tipo de regulaciones puede afectar considerablemente a la libertad de expresión porque puede ser utilizada para perseguir al periodismo o a sectores políticos, e incluso llegarse a cierta autocensura. Hay un papel para la regulación del Estado, sí, pero tiene que ser más que nada tratando de compensar aquellos problemas que hemos detectado en la regulación privada, como por ejemplo la falta de transparencia o el debido proceso, o ciertas decisiones arbitrarias de las plataformas”.
Durante su exposición, Ferreyra detalló dos formas en las que los países latinoamericanos pueden comenzar a enfrentar el problema de la desinformación. La primera es abordar alternativas de regulación que no se discuten únicamente en aspectos de las plataformas. Por ejemplo, cuestiones de protección de datos personales o financiamiento de campañas políticas. “Tenemos que empezar a ver los actores que están produciendo esta información. Y en el caso de Latinoamérica, lamentablemente, hay poca transparencia acerca de quién financia las campañas políticas, las publicidades, y al mismo tiempo, en muchos países de la región no están actualizadas las leyes de protección de datos personales, posibilitando a los partidos políticos, el Estado o las agencias de publicidad contar con bastante libertad para recolectar datos personales de un modo que les permite actuar con poca transparencia”, remarcó.
En segundo lugar, para que la región pueda afrontar la cuestión, el investigador consideró fundamental recurrir al Sistema Interamericano de Derechos Humanos. “Es una herramienta que nos permite pensar pautas y guías que sean de aplicación regional y no solamente a nivel nacional. Porque lo que sucede a veces es que depende en gran parte del contexto de cada país. Hay algunos en los cuales su mayor problema es la gran circulación de la desinformación y hay otros en los que, bajo esa amenaza, se pueda coartar la libertad de expresión”.
Destacando el beneficio de valerse del Sistema Interamericano, Ferreyra concluyó que “estando por encima de esos contextos nacionales, tiene la oportunidad de brindar estándares mínimos a partir de los cuales cada país puede desarrollar su propia regulación, pero siempre respetando los derechos humanos, que es el objetivo del Sistema Interamericano”.