Políticas públicas y derecho al cuidado 1 – Aportes para la discusión legislativa sobre reformas necesarias en materia de cuidado
La noción de cuidado refiere a las actividades indispensables para satisfacer las necesidades básicas de la existencia y la reproducción de las personas, brindándoles los elementos físicos y simbólicos que les permiten vivir en sociedad. Incluye el autocuidado, el cuidado directo de otras personas, la provisión de las precondiciones en que se realiza el cuidado (como la atención del hogar o la preparación de alimentos) y la gestión del cuidado provisto por otras personas o instituciones, coordinando horarios y gestionando traslados. Las actividades de cuidado permiten atender las necesidades de las personas en situaciones de dependencia relativa (por su edad o por sus condiciones o capacidades) y también el cuidado de personas que podrían proveerse de dicho cuidado.
En los últimos años se observa un creciente interés por incorporar el tema del cuidado a la agenda legislativa que se deduce de la elevada cantidad de proyectos de ley presentados por diversos bloques políticos que proponen, en general, modificaciones a la Ley de Contrato de Trabajo. Algunos de estos proyectos incorporan una perspectiva de género y de derechos de las familias conformadas por personas del mismo sexo, y varios igualan los derechos de padres biológicos y adoptantes. Asimismo, se tiende a la ampliación de las licencias por maternidad y por paternidad, a la incorporación de nuevas licencias parentales y a modalidades de flexibilización de la jornada laboral.
Estos proyectos abordan problemas relevantes y de gran actualidad. Sin embargo, aún existen aspectos que deben mejorarse, en especial, el modo de abordar la problemática, con el objetivo de superar un tratamiento fragmentado que contribuye a consolidar las desigualdades socieconómicas y de género vigentes.
Los proyectos de ley presentados hasta el momento, por lo general, siguen reproduciendo una visión maternalista del trabajo. Por ello, es importante que una futura reforma legislativa contemple otros derechos como una licencia por paternidad más extensa y obligatoria, y que se incorporen nuevas licencias parentales de uso indistinto para padres, madres u otros integrantes de las familias. También es preciso que se contemplen otras formas y modalidades de trabajo como trabajo flexible, tiempo parcial, incorporación gradual post-licencia, entre otros, permitiendo un abanico más amplio de opciones a las familias al momento de resolver la organización del cuidado que mejor se adapte a sus circunstancias particulares y sus preferencias. Todo ello, en el marco de una estructura integrada que comience a marcar el camino hacia un sistema de cuidados de alcance universal.