Colaboración de la ADC en el informe “Hecha en el exterior, utilizada en casa”
La Asociación por los Derechos Civiles (ADC) colaboró en el informe Hecha en el exterior, utilizada en casa, lanzado el lunes 9 de agosto en un evento realizado bajo modalidad virtual. La investigación fue coordinada por Access Now y también contó con las contribuciones del Laboratorio de Políticas Públicas e Internet (LAPIN) y LaLibre.net. El reporterevela el creciente despliegue de tecnologías de vigilancia biométrica en Argentina, Brasil y Ecuador, desenmascara a las empresas detrás de estos productos peligrosos y expone las políticas y prácticas gubernamentales que están socavando los derechos de las personas.
“En Argentina, las cámaras de vigilancia con capacidades de reconocimiento facial son la tecnología más utilizada en todo el país en todos los niveles estatales”, expresó Eduardo Ferreyra, investigador y analista de políticas públicas de la ADC. “Aparte de su uso en seguridad pública, la biometría es utilizada en programas de seguridad social, banca, impuestos y deberes fiscales, educación, elecciones y deportes. En todos los casos, el sector privado ha desempeñado un papel clave al facilitar las tecnologías implementadas y fomentar relaciones estrechas con los organismos gubernamentales”.
A través de solicitudes de acceso a la información pública, acceso a bases de datos públicas y entrevistas, el informe explora la falta de transparencia y rendición de cuentas de las firmas que manufacturan la tecnología y sus interacciones con los gobiernos. También aborda la vaga narrativa de “seguridad pública” utilizada para justificar esta peligrosa tecnología. Los hallazgos clave incluyen:
- Empresas como AnyVision, Hikvision, Dahua, Cellebrite, Huawuei, ZTE, NEC, IDEMIA y Verint están volando bajo radar, vendiendo herramientas de vigilancia en toda la región sin transparencia ni escrutinio público;
- Bajo el disfraz de “tecnología gratuita” para los gobiernos, algunas empresas están probando sus sistemas de vigilancia en miles de personas, que no saben lo que está ocurriendo, en toda América Latina;
- En Argentina, la base de datos biométrica masiva llamada SIBIOS se ha convertido en la infraestructura para muchas otras tecnologías de vigilancia, desde globos de vigilancia en Buenos Aires hasta cámaras térmicas en aeropuertos;
- En Brasil, tanto el sector público como el privado están utilizando tecnologías de vigilancia, citando razones como seguridad pública, detección de fraudes y seguimiento de la asistencia escolar;
- En Ecuador, se estaba utilizando una infraestructura de vigilancia policial a nivel nacional (ECU911), la cual ahora cuenta con más de 6.600 cámaras, para espiar a adversarios políticos y ciudadano.
“La mayoría de los gobiernos de la región, que adoptan el tecno-solucionismo como una panacea para todos los problemas sociales, son los clientes ideales para que las empresas internacionales lleven tecnología dañina para los derechos”, señaló Verónica Arroyo, asociada de Políticas para América Latina en Access Now. “Con el uso de la tecnología de vigilancia en aumento, el futuro de los derechos humanos en América Latina está en el aire”.
La ADC, Access Now, LaLibre.net, LAPIN y otras organizaciones continuarán la lucha por los derechos en toda la región, incluso a través de la iniciativa global para prohibir la vigilancia biométrica, #BanBS.